Centro-pueblo-Comunidad-San-Pablo

Titular noticias
Número de resultados 9 para juan manuel camacho

28/03/2024 - LO INESPERADO DEL AMOR
 



En jueves santo tradicionalmente celebramos la cena pascual del Señor, la institución de la Eucaristía, y la institución del sacerdocio. Las Sagradas Escrituras que leemos nos invitan a reflexionar en dichos misterios revelados. El libro del éxodo nos narra esa pascua en la que el pueblo de Israel se prepara para su liberación de la esclavitud. Ese momento cúspide en el que el pueblo debe prepararse para ponerse en camino a la tierra prometida. Un sueño hecho realidad: la libertad. Una tierra de libertad y de abundancia. Dios escuchó el clamor del sufrimiento de su pueblo y en su profundo amor hizo algo inesperado, encontró un aliado, Moisés, y se enfrentó al poder del faraón para liberar a su pueblo. Un gesto de amor y compromiso. Para nosotros los cristianos del siglo XXI esta noche santa debería empujarnos a reflexionar sobre el uso de nuestra libertad y la abundancia que algunos de nosotros gozamos y millones de personas no tienen. Cómo puedo yo desde mi rinconcito del mundo empujar para que se haga realidad el sueño y la promesa del Señor de una tierra de libertad y abundancia para todos. Cómo desde mi amor por mi prójimo puedo aliarme con Dios para luchar contra las injusticias del mundo.
 
La carta de San Pablo a los Corintios nos narra las palabras de la Última Cena que Jesús compartió con sus seguidores. En ese momento íntimo de compartir, Jesús se entrega como alimento de vida eterna. En ese gesto de amor Jesús nos deja a sus discípulos un gesto de entrega total para que lo recordemos cada vez que compartamos la Eucaristía. En un mundo donde los miedos y las medias informaciones infestan las redes sociales. Este gesto inesperado de amor de entrega total de Jesús, el Maestro, nos recuerda lo importante que es darse todo sin miedos y con total sinceridad.
 
Pero lo más inesperado de la celebración del jueves santo es el evangelio que siempre se lee en dicha eucaristía. Cada jueves santo se nos recuerda que el Señor estando a la mesa con sus discípulos se ceñó el mandril y empezó a lavar los pies de cada uno de sus comensales. Esto fue lo más inesperado para un grupo de seguidores que han experimentado la entrada triunfal en Jerusalén y los gritos de vítores por todos aquellos que esperaban al mesías. De pronto, en un momento no planeado, Jesús comienza a lavar los pies de cada uno de los que lo acompañaba. De Judas, que lo traicionó y lo vendió por 30 monedas. De Pedro que lo negó cuando las cosas se tornaron difíciles y dolorosas. De Tomás que es incapaz de creer en su promesa de la Resurrección. De Juan y Santiago que quieren estar a su lado por un puesto de honor en su reino. De todos ellos uno a uno Jesús lavó los pies y mostró que el amor lo puede todo. Que el amor que él tiene por ellos va más allá de las expectativas mezquinas que cada uno de ellos tienen para con él. El amor nos lleva al servicio.
 
El giro inesperado del amor de Jesús para con sus discípulos nos urge a soñar con un mundo nuevo donde la libertad y la abundancia sea la norma de todos y no un privilegio de pocos. La entrega inesperada de Jesús nos invita a que nuestras vidas de cristianos sea para darnos al prójimo sin miedo y con sinceridad. El gesto humilde y sencillo del maestro nos invita que todo ministerio de liderazgo es para servir. Para los seguidores de Jesús, la eucaristía y el sacerdocio encuentran su sentido más profundo cuando gastamos la vida soñando sin miedo a servir a los demás.


 

14/07/2023 - SIRVIENDO A NUESTRA CIUDAD

Varias parroquias de Racine (Wisconsin, EE. UU.), que están al cargo de sacerdotes de la Comunidad de San Pablo, realizaron en junio un campamento de verano de servicio a los más desfavorecidos de la ciudad


 


 
Después del año más duro de la pandemia (2020), en junio de 2021 decidimos crear un programa de servicio que animara a nuestros jóvenes a trabajar para el desarrollo y bienestar de su comunidad local. También quisimos buscar a personas adultas de las parroquias en las que trabajamos, que tuviesen experiencia en tareas de construcción de viviendas, para que enseñaran a las generaciones más jóvenes. La idea era combinar la energía de los jóvenes con la sabiduría de los adultos, para servir a los demás. Establecimos una alianza con una institución local (Neighborhood Watch) para remodelar y arreglar viviendas deterioradas de los barrios del centro de la ciudad de Racine. Nuestro socio local hace el trabajo preliminar: selecciona familias y asegura los permisos y los materiales para el proyecto. Nosotros, la «Comunidad Católica del Centro de Racine», coordinamos los esfuerzos de reclutar jóvenes voluntarios y adultos que puedan trabajar durante una semana en los proyectos.

Escribo con mucha alegría esta nota sobre nuestro tercer Campamento de Servicio de Verano de Belle City Catholic. Por supuesto, siempre estoy entusiasmado con la vida, pero esta vez estoy realmente conmovido. Nuestro Campamento de Servicio de Verano, que realizamos el mes pasado, fue un gran éxito. Trabajamos duro durante una semana. Registramos 1,521 horas de servicio a nuestros vecinos en Mead Street. Construimos cercas, pintamos casas, reconstruimos un cobertizo, limpiamos el parque y pasamos tiempo en oración y compañerismo. Estoy muy orgulloso de este Campamento de Servicio. Hace dos años, cuando se nos ocurrió la idea de trabajar localmente, visualicé un evento que nos uniera: católicos trabajando juntos por el mejoramiento de la ciudad. Continuamos avanzando hacia esa meta, a medida que más personas y parroquias se involucran.


 

09/04/2023 - DOMINGO DE PASCUA: ¿Y USTED, DE VERDAD SE CREE ESO?
 


Hace muchos años durante un funeral en las calles de Sabana Yegua (República Dominicana), la hija del difunto me confrontó en medio de mi homilía con las siguientes palabras: «Yo tengo miedo por mi papá. ¿Y usted, de verdad se cree eso?». Cabe decir que durante la homilía intentaba consolar a la familia hablando sobre la esencia de nuestra fe: la Resurrección. Les decía que por fe creemos que Jesús, después de su muerte, resucitó y, en su resurrección, destruyó la muerte y nos dio vida eterna. Todos los bautizados en Cristo disfrutamos de dicha Gracia. Ese día fue la primera vez que me enfrenté con la pregunta: ¿y por qué creer en la resurrección?
 
Para poder responder a esta pregunta debemos empezar por reflexionar acerca de los sentimientos que el grupo de seguidores de Jesús experimentó después de la trágica muerte de su maestro en la cruz. La crucifixión del Viernes Santo fue un evento devastador que fulminó las esperanzas de los que caminaban con Jesús, y la condena de Jesús los dispersó (Mt 26, 56). Las horas posteriores a la cruz tuvieron que ser angustiantes. Sin saber qué iba a pasar, sin saber qué se podría hacer, sin saber qué pensar. Los momentos antes de la resurrección fueron momentos de miedo y angustia. ¿Se cumpliría, la promesa de Jesús? La ansiedad y desespero estaban a flor de piel. Muchos de nosotros a veces vamos por la vida con ansiedad y angustia porque no sabemos bien qué nos deparará el futuro y dicha incertidumbre nos da miedo.
 
El evangelio de Mateo nos narra el momento determinante en el que Jesús es revelado como un hombre nuevo a las mujeres (Mt 28, 1-10). Estas dos mujeres, en su angustiosa espera y dolor, van al sepulcro movidas por la esperanza de confirmar la promesa del Señor. Quieren respuestas a sus dudas. Quieren comprobar que no todo está perdido. Quieren ver el sepulcro. Una vez allí, el ángel las anima a no temer. El poder de las palabras del ángel les infunde esperanza. En ese momento de dolor, de perdida, de desespero, de miedo, lo primero que oyen es un «no temáis» seguido por la noticia de que Jesús está vivo y va rumbo a Galilea. Rumbo al lugar donde todo comenzó y donde las cosas fueron más caseras, amigables, familiares y bonitas. Galilea, tierra lejana a las maquinaciones de la institución religiosa de Jerusalén. Galilea, donde todo era compartido al aire libre. Nada a las escondidas, como la última semana en Jerusalén. «No temáis» son palabras que animan.
 
Las mujeres reaccionan corriendo y llenas de alegría, impresionadas por lo que acaban de ver y escuchar. En ese instante confirman la promesa de Jesús: su Resurrección. No hay tiempo que perder, hay que anunciar la buena noticia. Las buenas noticias se llevan a toda prisa. Una vez ellas salen corriendo con ganas de compartir con los demás la resurrección de Jesús, se encuentran con Jesús mismo y las palabras del maestro son «no temáis». Y una vez más, el anuncio de encontrarse en Galilea. La resurrección destruye el miedo. Creer en la resurrección nos da valor para no temer y tener plena confianza en la vida. Y esa certeza nos llena de alegría y gozo.
 
Me hubiese gustado responder a la joven que me expresó su miedo con las palabras del Señor: «no temas». Me hubiese gustado haber transmitido la confianza que el ángel confirió a las mujeres que, entonces, corrieron a toda prisa y con gozo a anunciar al resucitado. La verdad fue que solo respondí «yo sí, me lo creo plenamente». Si la volviera a ver, añadiría: «Me lo creo plenamente porque la Resurrección me da valor para vivir la vida sin miedos y confiar plenamente en la promesa del Señor de una vida plena en alegría».


 

06/11/2019 - DE MILWAUKEE A BOLIVIA
 


Ir de viaje a un territorio de misión es un poco como hacer una peregrinación, pero en vez de visitar santuarios, monumentos, iglesias, monasterios y otros lugares históricos, visitamos personas de fe. Recientemente, un grupo de feligreses procedentes de tres parroquias de la arquidiócesis de Milwaukee viajó a Bolivia con el P. Juan Manuel Camacho, de la Comunidad de San Pablo.
 
Bolivia es el país más pobre de América del Sur. Su realidad socioeconómica es precaria, y hay muchas necesidades. El propósito de los “peregrinos” en Bolivia era conocer la realidad de las personas con las que la CSP trabaja en ese país andino. El grupo ayudó con el centro de niños de la calle en Cochabamba (la Casa San José). Allí estuvieron dos días realizando actividades educativas con los niños, quienes a su vez tuvieron la oportunidad de interactuar con personas de otra cultura. El grupo también trabajó en la zona rural, en el programa de reforestación que la CSP tiene en las montañas de Cochabamba, en el municipio de Independencia. Ahí, en las cumbres de los Andes, el grupo de peregrinos ayudó a plantar arboles con los campesinos de la zona. Es una iniciativa de la CSP para ayudar a mejorar la economía de las personas de esa región. Pero todo el trabajo que hicimos fue mínimo en comparación con “el trabajo” de transformación que el Espíritu Santo hizo en cada uno de nosotros, los “peregrinos”. Cuando nos atrevemos a salir de nuestras zonas de confort y abrimos el corazón al otro, el Espíritu de Dios nos transforma de una manera increíble. Ahí, en las montañas, celebramos misa en una población rural, en una capilla a la que el sacerdote de la zona sólo puede llegar una vez cada tres meses.  La Eucaristía fue una manifestación de la diversidad de la iglesia; durante la celebración se habló en tres idiomas: en español, en quechua y en inglés.
 
Este viaje misionero es uno de los varios esfuerzos que la CSP realiza para conectar personas de diferentes parroquias y estilos de vida de la arquidiócesis de Milwaukee con la vida misionera de la Iglesia. Consideramos estos viajes como una peregrinación de fe que nos ayuda a comprender mejor a la iglesia en su misión y nuestra responsabilidad como verdaderos discípulos del Señor
.

 

25/06/2019 - DESPEDIDA Y RECIBIMIENTO EN LA SAGRADA FAMILIA
 
El domingo 23 de junio La Sagrada Familia, la parroquia de Sabana Yegua (República Dominicana) donde la Comunidad de San Pablo ha estado presente desde 2003, recibió al Obispo José Grullón para celebrar la despedida de Juan Manuel Camacho, que ha completado sus 7 años de servicio sacerdotal en este lugar. La Eucaristía fue presidida por el obispo, seguida de una celebración y recepción. El Obispo también aprovechó la misa para dar la bienvenida a Michael Wolfe, quien de ahora en adelante será el párroco de La Sagrada Familia, trabajando junto con el grupo de misioneros laicos de la Comunidad de San Pablo que están allí. A partir de este verano, Juan Manuel trabajará como vicario de las parroquias de St. Patrick, St. Richard y St. Edward en Racine, Wisconsin (EE. UU.).

 

22/01/2019 - OPERATVO OFTALMOLÓGICO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

Un grupo de médicos y voluntarios de Wisconsin visitan Sabana Yegua y atienden a más de mil personas en una semana

 

Juan Manuel Camacho, desde Sabana Yegua (República Dominicana) nos hace llegar esta noticia:
 
«Desde el 6 al 13 de enero tuvimos la tradicional visita del grupo de feligreses de la parroquia de Saint Mary, en Kenosha (Wisconsin, EE. UU.), para la anhelada campaña oftalmológica de cada año. Esta vez pudieron llevar a cabo 110 cirugías (de cataratas y pterigium) en el hospital Taiwan, y revisaron la vista de más de 900 personas, proveyendo con lentes a todos los que los necesitaron. Durante la semana en que nos visitan los oftalmólogos, las instalaciones de la parroquia se convierten en un campo médico donde se revisan las personas, y se las prepara para las cirugías.

 Esta campaña es una excelente oportunidad para que voluntarios dominicanos de la comunidad local y los voluntarios de Estados Unidos compartan experiencias, trabajo y compañerismo, estrechando lazos de amistad entre los unos y otros. Desde aquí agradecemos la entrega de todos los voluntarios que hacen posible que este operativo anual sea fructífero. 2019 ha sido el decimocuarto año consecutivo en que lo hemos podido realizar. ¡Gracias, amigos de Kenosha!»


 

10/09/2018 - SEGUNDO CONGRESO BÍBLICO DE LA DIÓCESIS DE SAN JUAN DE LA MAGUANA (REPÚBLICA DOMINICANA)

En preparación para el 525 aniversario (será en 2019) de la primera Eucaristía celebrada en el Nuevo Mundo, la Conferencia del Episcopado Dominicano declaró 2018 como Año de la Eucaristía. En este marco, celebrando el mes de septiembre como mes de la Biblia, tuvo lugar el Segundo Congreso Bíblico Diocesano de San Juan de la Maguana. El congreso se llevó a cabo el pasado sábado 1 de septiembre en la Parroquia Nuestra Señora de los Remedios de Azua.
 
El evento fue organizado por el P. Juan Manuel Camacho, de la Comunidad de San Pablo, que es responsable de la Comisión Bíblica Diocesana, y tuvo como tema “PALABRA Y EUCARISTÍA”. La conferencia del congreso estuvo a cargo del P. Martí Colom, también de nuestra comunidad.
 
Martí compartió con los asistentes algunas reflexiones acerca de varios textos bíblicos relacionados con la Eucaristía, empezando por los relatos de la Última Cena y ampliando luego el foco hacia “las otras eucaristías”, es decir, los otros momentos eucarísticos que nos narran los evangelios. Vimos como estos otros momentos pueden enriquecer nuestra comprensión de la Eucaristía, al subrayar, cada uno de ellos, un “elemento o aspecto eucarístico”: por ejemplo, la alegría que debería presidir todas nuestras celebraciones (en las Bodas de Caná), o la fraternidad libre de toda exclusión, que vemos en las comidas de Jesús en casa de recaudadores de impuestos, o la oferta de libertad plena y responsable que nos regala Jesús, si estamos dispuestos a recibirla, que subyace en el texto de Juan de  la multiplicación de los panes y los peces.
 
Su ponencia fue muy bien acogida por los más de 200 participantes del Congreso, procedentes de distintas parroquias de la región, que regresaron a sus comunidades con el deseo de seguir profundizando en las escrituras y en lo que ellas nos enseñan del sacramento eucarístico.


 

10/04/2017 - DOMINGO DE RAMOS: DEL MIEDO A LA LIBERTAD
Hoy, con la celebración de Domingo de Ramos, damos inicio a la Semana Mayor en un tono festivo que seguirá el jueves, se tornará sobrio y angustiante el viernes con la muerte en cruz de Jesús para finalmente regresar al gozo con la Resurrección el sábado por la noche. Una de las cosas que llama la atención en la liturgia del Domingo de Ramos es que en un intervalo de pocos minutos leemos el pasaje de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y el de la Pasión; así, en esos pocos minutos experimentamos sentimientos bien distintos, pasando del júbilo a la máxima tristeza.
 
Lo primero que salta a la vista es el contraste que existe entre los partidarios y seguidores de Jesús, que cuando él entra en Jerusalén cantan hosannas al hijo de David, y la multitud de acusadores que a los pocos días vociferan «¡Crucifícalo!» ante Pilato. Es difícil comprender cómo los mismos que gritan exultantes ante la entrada del libertador, pocos días más tarde quieran deshacerse de él (a cambio de liberar a un delincuente). Por lo tanto, podríamos concluir que las dos multitudes deben ser dos grupos diferentes −ambos tocados, a su manera, por el miedo; pero diferentes al fin–: el grupo que entra triunfante con Jesús a la ciudad santa lo vitorea porque están hartos de la invasión romana, y ven en Jesús al Mesías, al “hijo de David” liberador que, piensan, pondrá fin a la situación de opresión política que vive el pueblo. Este grupo supera momentáneamente el miedo a levantar la voz empujado por la esperanza de ser liberado y se llena de euforia, aunque solo sea por un instante, durante la entrada triunfal. Sin embargo, el viernes, en pleno juicio de aquel que aclamaron, el miedo los vuelve a paralizar, no los deja actuar y no se atreven a oponerse a la ejecución del que pensaron que iba a ser su liberador. Se quedan callados ante los gritos de la otra multitud, la que pide la crucifixión del Nazareno. Este segundo grupo aparece como una multitud manipulada por las autoridades, que pide la muerte de Jesús y la liberación de Barrabás. A estos los domina el miedo a que haya represalias por parte de los romanos ante la escandalosa entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y lo que ella pueda significar y desencadenar.
 
Las masas son manipuladas con facilidad, y la mejor arma para lograr su manipulación es el miedo. En 2016 se dieron varios acontecimientos sociopolíticos de gran importancia: el triunfo del “Brexit” en el Reino Unido; el triunfo del “No” en el referéndum por la paz en Colombia; y el triunfo electoral de Donald Trump en los Estados Unidos. Sin entrar a profundizar en cada uno de ellos, sí parece cierto que en todos estos acontecimientos el miedo jugó un papel importante en muchos de los que votaron. Algunos tomaron decisiones con la esperanza de protegerse, asustados ante la perspectiva (real o imaginaria) de que sus intereses estaban o están gravemente amenazados, y otros callaron.
 
En esta Semana Santa que empezamos hoy, una buena práctica sería la de ahuyentar todos nuestros miedos, de manera que no seamos masa que se deja manipular para el bien de unos pocos, sino que seamos individuos capaces de actuar con plena libertad. Esa libertad que ejerció Jesús, humildemente, entregando su vida en la cruz por amor, liberándonos de la necesidad de tener miedo. Es la libertad que debería distinguir a sus seguidores, a los que creemos en él. Ojalá que en nuestras vidas no nos guie el miedo, que siempre divide y que a menudo acaba llevando a inocentes a la muerte, sino el amor, que une y que nos da vida.


 

15/05/2016 - PENTECOSTÉS: EL EMPUJE DEL ESPÍRITU SANTO
Juan Manuel Camacho
 
A menudo vemos en los telediarios y noticieros las consecuencias negativas del creciente abismo entre personas de diferentes lenguas y creencias religiosas. Muchos se apegan a su religión precisamente para marcar la diferencia con otros y resaltar, en definitiva, lo que nos divide y nos disgrega más que lo que nos une para trabajar por el bien común. Ante esta realidad, algunos teólogos han expresado que la paz mundial sólo vendrá cuando las diferentes religiones de la tierra sean más tolerantes y dialogantes entre ellas mismas (es el caso, por ejemplo, de Hans Küng y su propuesta de construir una “ética mundial”). Hace falta un nuevo Pentecostés para que todos empecemos a entendernos cuando hablemos. Y nos entenderemos porque el lenguaje será el mismo: el respeto por la humanidad y la creación encomendada a nuestro cuidado.
 
Si analizamos el texto de Hechos de los Apóstoles que nos narra el día de Pentecostés (Hch 2,1-13), vemos lo que significa hablar el lenguaje de todos: entendimiento entre los individuos más diversos social y culturalmente. Es el reverso de la división que comenzó en la torre de Babel, episodio que recoge el libro del Génesis (11,1-23). En esta historia las distintas lenguas eran motivo de división y confusión para el pueblo. En Pentecostés, en cambio, todos los pueblos diversos y dispersos se unen en un mismo lenguaje: el de las maravillas de Dios. El lenguaje que hace que personas de distintos lugares del mundo se junten bajo un mismo mandato, el mandato del amor.
 
Pentecostés se da en un momento de miedo y encierro por parte de los discípulos seguidores de Jesús. Están todos encerrados. Esta actitud los está alejando de la misión encomendada por el Señor: “Den testimonio de mí hasta los confines de la tierra”. En Pentecostés la experiencia del Espíritu da a los discípulos el valor que les hacía falta para salir de su encierro. Y también el Espíritu les da conocimiento: unos simples pescadores empiezan a hablar las lenguas de diferentes rincones del mundo.
 
El valor infundido por el Espíritu Santo en los discípulos los llevó a expandir el mensaje de Jesús desde Jerusalén hasta Roma, según nos narra el libro de los Hechos. Es ese mismo valor el que lleva a Esteban a anunciar a Jesús hasta la muerte. A Felipe el Espíritu lo arrebatará, convirtiéndolo en un misionero audaz de la fe en Jesús de Nazaret, llevándolo hasta lugares y gentes que nadie había evangelizado todavía. Es el Espíritu que hace que todos superen sus límites y limitaciones humanas para poder dar frutos en el anuncio del mensaje liberador de Jesús de Nazaret.
 
Necesitamos un nuevo Pentecostés para reunir el valor que hace falta para anunciar caminos de entendimiento entre personas de diferentes religiones y pensamientos. Necesitamos un nuevo Pentecostés para proponer salidas a las injusticias y calamidades que achacan a la humanidad y a nuestra casa común. Necesitamos un nuevo Pentecostés para obtener el conocimiento necesario para anunciar el mismo evangelio de Jesús que anunciaron los discípulos, y que hoy requiere un nuevo lenguaje para ser atractivo y que entusiasme a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

 

Archivos del blog









Contacto

1505 Howard Street
Racine, WI 53404, EE.UU.
racine@comsp.org
Tel.: +1-262-634-2666

Ciudad de México, MÉXICO
mexico@comsp.org
Tel.: +52-555-335-0602

Azua, REPÚBLICA DOMINICANA
azua@comsp.org
Tel. 1: +1-809-521-2902
Tel. 2: +1-809-521-1019

Cochabamba, BOLIVIA
cochabamba@comsp.org
Tel.: +591-4-4352253

Bogotá, COLOMBIA
bogota@comsp.org
Tel.: +57-1-6349172

Meki, ETIOPÍA
meki@comsp.org
Tel.: +251-932508188